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Dirección Política ATI

Erlinto Ademelio Luna es un cortero de caña que prestó sus servicios de trabajo para Manuelita S.A intermediado por una cooperativa de trabajo asociado hasta el año 2012, año en el cual los trabajadores de los ingenios azucareros del Valle del Cauca y Cauca, junto con sus familias, lograron desnudar el oscuro sistema de contratación de esta industria a partir de enormes movilizaciones que lograron la atención, reconocimiento y respaldo nacional.

Erlinto fue uno de los líderes motor de esta lucha y que, como muchos otros, después de este logro es llamado a negociar su salida de la empresa en unas condiciones de presión que se convierten de hecho en un “despido sin justa causa”, como lo manifiesta Fernando Lasso, presidente de la Junta Nacional de SINTRACATORCE; organización sindical creada a partir de las huelgas de 2008 para defender los derechos de los trabajadores de la industria azucarera y que al día de hoy continua apoyando las luchas de los trabajadores aún en el corte, en malas condiciones de salud a causa del esfuerzo que implica su trabajo en el campo o injustamente despedidos.

SINTRACATORCE y el equipo de abogados “Trabajo y Justicia” del cual hace parte Alberto Bejarano, asesor jurídico apoderado legal de Erlinto Ademelio Luna y otros trabajadores de los ingenios Manuelita y Pichichi, en alianza con otras organizaciones nacionales e internacionales como la FGTB Horval, SOLSOC y ATI apoyan una estrategia jurídica y social que busca defender a estos trabajadores de lo que Alberto bien señala como un “re-victimización del sistema judicial en Colombia”

Como bien explica Bejarano la carpeta que SINTRACATORCE tiene abierta con el equipo en los juzgados del país tiene más de 70 expedientes, con demandas de orden laboral que buscan la reivindicación de derechos prestacionales, salariales y contractuales de los trabajadores que, a pesar de lo sucedido en 2012, tienen que seguir demostrando el vínculo laboral con los Ingenios durante los años que funcionó el sistema cooperativo y por ende su responsabilidad en la carga del pasivo laboral.

Desde el año 2015 que se abrieron estos procesos, tanto las directivas sindicales como el equipo jurídico denuncian “profundas barreras de acceso a la justicia en las instancias jurídicas regionales tanto de Palmira como de Buga. Donde los corteros han sido desestimados en la exigencia de sus derechos y en una actitud controversial y polémica los jueces han revivido la situación de injusticia generada por las cooperativas de trabajo asociado, a través de sus fallos arbitrarios”  

Sin embargo, según el equipo de Trabajo y Justicia el caso de Erlinto Ademelio Luna ha tenido un desarrollo único al lograr un “triunfo parcial, cuando la Institución Judicial de Buga reconoció en segunda instancia que la condición laboral de Erlinto todo el tiempo que laboró para la Cooperativa de Trabajo Asociado era la de empleado dependiente y vinculado por parte del Ingenio Manuelita,” el fallo reconoce así, continua Bejarano, que “lo que existió entre las partes fue un contrato de trabajo ¡este es el resultado judicial tangible!”

Sin embargo, el fallo es parcial en tanto no reconoce que las condiciones en las cuales fue obligado a renunciar Erlinto Ademelio en realidad configuran un despido injustificado provocado por su condición de liderazgo en el movimiento 14 de junio. Añade Bejarano que el tribunal reconoce el perjuicio económico por la “renuncia” a su puesto de trabajo, pero no considera entonces que el pago realizado por el Ingenio no resuelve, de ninguna manera, el problema de prestaciones y demás créditos laborales que la empresa le adeuda por el trabajo realizado”

El pasado 25 de noviembre el presidente de SINTRACATORCE recibió la noticia que la Corte Suprema de Justicia admitía el recurso de casación parcial de Erlinto Ademelio Luna, convirtiéndose así en el primer caso que esta estrategia logra llevar a estas instancias “no conocemos hasta el momento un caso que se hubiera fallado en la Corte Suprema de Justicia para los corteros de caña” dice Bejarano y añade “después de este caso existen a mi juicio 10 o 12 casos de la carpeta de SINTRACATORCE que podrían llevarse a litigio a estas instancias”

En palabras de Alberto Bejarano “Que el caso del Erlinto ingrese a Corte Suprema de Justicia, aún no este derrotado y pueda llegar a romper la resistencia de la justicia laboral para efectos de la consagración de los derechos laborales; efectivamente adquiere una connotación, una punta de lanza de la tarea emprendida por SINTRACATORCE de manera conjunta con sus aliados y acompañantes para romper las barreras de la justicia en Colombia”

En palabras del presidente de SINTRACATORCE lograr que este caso llegue a estas instancias es un paso más en el reconocimiento real y efectivo del “contrato realidad” una lucha que este sindicato no dudará en llevar hasta las últimas consecuencias para que los Ingenios y el Gobierno Nacional no solo reconozcan mediáticamente los derechos laborales de los trabajadores rurales, sino jurídica y efectivamente las acciones que configuran un trabajo digno y decente para todos los trabajadores de la industria azucarera.

 

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